sábado, 28 de agosto de 2010

La mutación topacio


La mutación topacio vio la luz en los canarios de color hará, aproximadamente, una docena de años
Los topacios existentes en su origen eran pájaros aparentemente sin gran interés. Fueron descubiertos por nuestro amigo Mario Ascheri, en Italia y al año siguiente yo vi un ejemplar en el concurso de jueces italianos que tuve el honor de enjuiciar en Pavia.
     Los machos negro-brunos poseían las melaninas muy marcadas sobre el dorso, remiges y la cola. El espacio entre las estrías presentaba una melanina sucia. Las hembras poseían una melanina confusa. Esta mutación tuvo su origen en los canarios ino, lo que explica la importante presencia de feomelanina en estos pájaros.
    En los ino la melanina aparece en la periferia de las plumas en los brunos y es prácticamente inexistente en los ágatas. Al contrario, en estos pájaros se presenta la melanina más aparente en los ágatas y en los negro-brunos, cuya melanina no está en el borde de la pluma sino al centro.
Fueron al principio denominados "canarios de melanina central".
    Los canarios de melanina central dormitaron durante largo tiempo hasta que el Sr. Asheri recogió algunos ejemplares. Cedió un trío a Michel Houze que decidió estudiarlos, los crió sobre todo en recesivo (fondo blanco) y en intenso. Fue por cierto Michel Houze quien encontró el nombre de Topacio, denominación que posteriormente fue adoptada en todo el mundo.
    A mi estos pájaros no me sedujeron nada. En efecto yo estaba asumido en los canarios mosaicos en los que la hembra es, por excelencia, la más bella expresión de esta variedad, mientras que en los topacio, sólo los machos presentan las melaninas limpias, dorsales y remiges, todas bien acompañadas de marrón. En cuanto a las hembras, son marrón sucio, presentando algunas melaninas confusas muy poco marcadas. Yo no aprecié este pájaro a causa del aspecto de las hembras mosaico, pues aunque poseía algunos ejemplares a través del Sr. Asheri, no conservé más que un macho ágata mosaico portador que había obtenido a partir del siguiente cruzamiento:


Macho Agata mosaico (clásico, muy gris, sin feomelanina) x hembra ágata topacio mosaico.
    Al año siguiente, aunque no tenía mis topacios, conservé este mismo macho ya que me gustaba mucho. Dos años más tarde pasando por París, me alojé en casa del Sr. Asheri, que me mostró dos machos ágata topacio mosaico magníficos. Estos pájaros presentaban una certera evolución en comparación a los primeros de melanina central conocidos. En efecto, la melanina dorsal oscura y fina se distinguía perfectamente sobre un dorso beige muy tierno, de muy bello efecto. Las remiges de la cola estaban más marcadas que anteriormente y presentaban una marca melánica no reducida, con un bello orlado periférico claro.
Quede atrapado por la luminosidad del lipocromo, formando un todo muy atractivo.
Le recogí una hembra ágata topacio mosaico y la acoplé con un macho Agata portador de topacio que había criado anteriormente. Quedé sorprendido de ver la clara evolución hacia aquello tan bello. Los machos nacidos eran aproximadamente como los dos vistos anteriormente en París. Por contra, nació una hembra netamente marcada en melanina dorsal, remige y cola, tirando hacia antracita. El dorso estaba afectado de un capa beige muy clara.
Presenté esta hembra a un concurso de jueces en Toulouse.
Había una evolución positiva, y discutiendo con el Sr. Asheri llegamos a la conclusión de que la aportación del ágata clásico ha sido muy beneficiosa en la selección del topacio. Reacoplé al año siguiente la hembra ágata topacio de capa beige con su padre, recuperando de hecho los genes del macho ágata que provenían del macho ágata sin feomelanina. Nueva sorpresa: nacieron dos hembras ágata topacio muy grises, sin feomelanina, con la cola muy marcada y en la que la melanina del centro de la pluma tiraba hacia el negro.
Intercambié una hembra con el Sr. Asherí, que había constatado la misma evolución hacia una reducción de la feomelanina dorsal. Pienso que la mutación topacio es la más bella de las mutaciones, ya que es evolutiva.
En efecto, en muy pocos años estos pájaros han pasado de un marrón sucio a una capa beige clara, todo ello debido a la ausencia total de feomelanina.
     Los topacio ágatas perfectos en tipo se presentan en la actualidad con una estriadura gris oscura en melanina fina, intersticiales gris claro, con concentración de melanina negra en cola y remiges. De hecho, es imposible confundirlos con los ágata pasteles, como pretenden algunos.
    A mi entender los buenos topacios debe conservar la capa beige. Es la facilidad de permanecer en el camino de la vía de la selección que no puede llevamos más que a una mayor belleza.


Canario Agata Topacio
    La mutación topacio nos reserva todavía otras sorpresas, pues hace apenas dos años que seleccionamos los negro-brunos topacio y ya se presenta la misma evolución, es decir, desaparición de la feomelanina (marrón) en favor de la expresión de la eumelanina negra. Hay que tener en cuenta también que los negro-brunos rojo mosaico portadores no tienen tanto marrón sobre el dorso y aparecen azulados, más bellos en tipo que los negro-brunos rojos mosaicos clásicos, que son cultivados desde hace muchos años.
     En todos los casos, los topacios óptimos deben poseer las melaninas dorsales lo más limpias posibles sobre un fondo gris, siempre quedando lo más finas posibles y bien alineadas, con una concentración de melanina negra en las remiges y la cola. El topacio existe en las cuatro series de base, es decir en negro-bruno topacio, ágata topacio, bruno topacio e isabela topacio, todos ellos, a su vez, en mosaico rojo y amarillo, amarillo, azul y rojo.
La mutación topacio se comporta genéticamente como el opal y el ino, es decir, ES UN FACTOR RECESIVO.
   Para obtener topacios hay que acoplar topacio con portador; portador por portador y topacio por topacio. Topacio por clásico no portador no dará ningún puro, pero todos los individuos nacidos de este cruzamiento serán portadores de este factor.

por Michel Darrigues

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